sábado, 1 de diciembre de 2018

Aforismos - Friedrich Nietzsche


ADMIRACIÓN

Hay una inocencia en la admiración. Y es la del hombre que no
contempla la posibilidad de que también él podrá ser admirado algún
día. Más allá del bien y del mal.

Hay que ser capaz de admirar con violencia y penetrar con amor
en el corazón de muchas cosas; de lo contrario, no se es apto para la
filosofía. Ecce homo.

El silencio en que caemos ante lo bello es un profundo esperar,
un querer oír las más finas y lejanas tonalidades; nos conducimos
como una persona que fuera todo oídos y ojos; la belleza tiene algo
que decirnos, por eso guardamos silencio y no pensamos en lo que en
otra ocasión pensaríamos. Por consiguiente, nuestro silencio, nuestra
expectación, nuestra paciencia, es una preparación y nada más. Esto
es lo que sucede en toda "contemplación". Ecce homo.

Al admirar demasiado las virtudes ajenas se puede perder el
sentido de las propias, y no ejerciéndolas, olvidarlas completamente,
sin poder reemplazarlas por las ajenas. Humano, demasiado humano.

La admiración de una cualidad o de un arte puede ser tan
violenta, que nos impida aspirar a la posesión de estas dos cosas.
Humano, demasiado humano.

Los partidarios de un gran hombre tienen la costumbre de
cegarse para cantar mejor sus alabanzas. Humano, demasiado
humano.

AFECTO

Nuestras pasiones son la vegetación que cubre la roca desnuda de
los hechos.Tratados filosóficos.

El aspecto del mundo sólo nos es soportable cuando le vemos a
través del humo del fuego de pasiones agradables, unas veces oculto
como un objeto de adivinación, otras empequeñecido y abreviado,
otras indistinto, pero siempre ennoblecido. Sin nuestros afectos, el
mundo es número y línea, ley y absurdo; en todo caso la paradoja más
repulsiva y pretenciosa. Tratados filosóficos

AGRADECIMIENTO

Muchos favores no inspiran gratitud, sino deseos de venganza, y
cuando no se olvida un pequeño favor, éste acaba por convertirse en
roedor gusano. Así habló Zaratustra.

El que da algo grande no encuentra reconocimiento, pues el
donatario, sólo por recibir la gracia, tiene ya una pesada carga que
sobrellevar. Humano, demasiado humano.

Un alma delicada se siente molesta al saber que hay que darle las
gracias; un alma grosera, al saber que tiene que darlas. Humano,
demasiado humano.

Un alma noble se sentirá obligada al reconocimiento y no evitará
ansiosamente las ocasiones de obligarse; igualmente encontrará gusto
en sus expresiones de reconocimiento; mientras que las almas bajas se
guardan de toda obligación o luego, en la expresión de su
reconocimiento, son exageradas y demasiado oficiosas. Humano,
demasiado humano.

ALEGRÍA

Imaginar la "alegría" ajena y regocijarse con ella es el mayor
privilegio de los animales superiores. Humano, demasiado humano.

El que tiene mucha alegría debe ser un hombre bueno; pero
quizá no es el más inteligente, aunque alcance los fines a que aspira el
más inteligente con toda su inteligencia. Humano, demasiado
humano.

Hay "hombres alegres" que se sirven de la alegría porque a causa
de ella nos engañamos sobre su carácter, pero quieren precisamente
que nos engañemos. Más allá del bien y del mal.

Hay que tomar las cosas con más alegría de la que merecen,
sobre todo porque las hemos tomado en serio más largo tiempo del
que merecían. Aurora.

Sólo las almas ambiciosas y tensas saben lo que es arte y lo que
es alegría. Filosofía general.

La madre de la orgía no es la alegría, sino la ausencia de alegría.
Humano, demasiado humano.


Friedrich Wilhelm Nietzsche fue un filósofo, poeta, músico y filólogo alemán, considerado uno de los pensadores contemporáneos más influyentes del siglo XIX.
Fecha de nacimiento: 15 de octubre de 1844, Röcken, Lützen, Alemania
Fallecimiento: 25 de agosto de 1900, Weimar, Alemania

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